martes, 11 de noviembre de 2008

Mi querido fantasma de las sombras (cap. III)

"Claudia..."

La noche estaba cerrada y por la calle solo se podía oir a lo sumo un camión de basura haciendo su trabajo. Hacía un frío casi insoportable, y Claudia se ajustaba su bufanda para taparse hasta los ojos. Iba con paso ligero, pero sin rumbo, pues aquella noche tampoco podía dormir y había decidido salir a dar un paseo. Llegó a la plaza de una iglesia, donde había un silencio casi artificial, y echando una ojeada sobre la fuente, el jardin con un par de naranjos, los bancos, la estatua esa rara... los bancos. Fue corriendo a sentarse en uno de los bancos, encogida soportando el gélido ambiente.
Una voz femenina pudo oirse a lo lejos, Claudia escuchó el susurro de su nombre a lo lejos y se giró para encontrarse con una extraña rubia gótica envuelta en cuero que le hablaba.
- tu hermano necesita ayuda...

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